Aquí hay una respuesta de dos niveles.
1) Matemáticamente, un concepto infinito sirve para muchos, muchos propósitos. Si ese concepto se aplica en nuestro universo físico depende de la evidencia. No se requiere creencia ciega. Podemos tener teorías sobre la existencia del infinito en el ámbito físico, pero no sirve de nada creer en él en ausencia de evidencia. Ciertamente, existen teorías físicas que incorporan la existencia de un universo infinito, pero estas son desafiadas como todas las teorías y reescritas en base a nuevas observaciones. Donde hay consenso científico, se podría decir que un ateo cree, pero esta creencia no es inmutable.
Su pregunta es esencialmente preguntar “¿los ateos tienen alguna creencia?” Y a eso creo que la respuesta es, con respecto a las cosas dentro de nuestro ámbito de comprensión actual, si hay evidencia suficiente, entonces una creencia está justificada.
2) Dicho esto, los ateos aceptan las deficiencias humanas. Con esto quiero decir que no creemos que reinemos supremos sobre el universo (todavía), no creemos que seamos elegidos, y entendemos que ciertamente estamos lejos de entender el universo en su totalidad. Sin embargo, esto no significa que un ser supremo reine supremo. Además, no confundas el ateísmo con la falta de espiritualidad. Y no confunda la espiritualidad con la existencia sobrenatural / milagrosa / teísta. La espiritualidad es una palabra que a veces está bañada en connotaciones religiosas, pero en un sentido secular diría que realmente se refiere a aspectos de nuestra existencia que no estamos completamente equipados para observar (todavía).
Entonces, con respecto a la segunda parte de mi respuesta, lo que estoy tratando de transmitir es que los ateos pueden creer en aspectos espirituales de nuestra existencia que aún no han sido probados. Como humanos, solíamos explicar muchos aspectos del mundo natural en términos espirituales. Teníamos espíritus meteorológicos y espíritus de árboles, etc. Obtener una comprensión del mundo natural en la medida en que los hemos eliminado del reino de lo espiritual, pero eso no ha disminuido su valor. Todo lo contrario, cuanto más observamos la naturaleza con detalles insoportables, más hermoso y significativo creo que se vuelve. Del mismo modo, la ausencia de creencia de un ateo en una vida futura no disminuye la vida, sino que le da más importancia. No creer que tu existencia sea infinita ayuda a apreciar cada día aún más, porque hasta donde podemos observar, esta vida es todo lo que obtienes, así que será mejor que cuentes. No creer que las personas que sufren en este mundo van a un “lugar mejor” debería motivarte a ayudarlos más en esta vida.
Para resumir ambos puntos, las creencias de un ateo con respecto a cualquier aspecto del universo, espiritual u observable, no son inmutables. La creencia religiosa es esencialmente, por definición, inmutable hasta que otro profeta aceptado parece reescribir dicha creencia.