Es posible, pero probablemente no sea tan útil como podría pensar. El órgano tendría que ser una “bolsa” muy grande y muy delgada de algo de gas ligero, probablemente hidrógeno, o quizás aire caliente. Esto causa varios problemas:
- La criatura sería enorme: mira un globo de aire caliente e imagina la cantidad de comida que se necesitaría para sostener un animal de ese tamaño.
- Llenar la bolsa sería extremadamente intensivo en energía: ya sea que esté separando hidrógeno o calentando aire, se necesita una ENORME cantidad de energía. ¿De dónde vendrá toda esa energía?
- La criatura sería muy frágil: un ataque de un pájaro grande podría desgarrar la piel, permitiendo que todo el contenido se escape y resultando en la caída en picado de la criatura.
- La criatura tendría un control muy limitado sobre su ubicación: los globos de aire caliente en su mayoría solo van a donde el viento los lleve. Tienen cierto control vertical, pero tiene un alto costo. Con poco o ningún control horizontal, la criatura no puede cazar a otras criaturas de manera efectiva, ni puede escapar de los depredadores. ¡Demonios, dos criaturas ni siquiera pueden unirse para aparearse!
- ¿Y todo esto para qué? Para evitar batir las alas?
En general, no parece una adaptación muy ventajosa. Es muy difícil imaginar un escenario en el que esto sea realmente viable, al menos con la presión de aire que tenemos en la tierra. Tal vez en Venus, donde el aire es más denso, pero hay muchos otros problemas allí.
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