¿Por qué los peces y los anfibios son de sangre fría?

La termofisiología es la capacidad de un cuerpo para regular su temperatura en función de su entorno. Según la termofisiología de un animal, se pueden caracterizar como:

• De sangre caliente: estos organismos tienen la capacidad de regular la temperatura de su cuerpo a través de mecanismos internos (por ejemplo, los osos mantienen la homeostasis térmica a través de procesos metabólicos internos).
  
• De sangre fría: estos organismos utilizan procesos externos para controlar la temperatura de su cuerpo (por ejemplo, reptiles que toman el sol).
  

Peces: Constituyen una de las formas más primitivas de organismos complejos que se pueden encontrar en la tierra. Su ecosistema se compone principalmente de cuerpos de agua (que también alberga a sus depredadores). En un entorno donde las fuentes de energía son limitadas, se adaptaron para poder sobrevivir (y prosperar) utilizando las profundidades del agua como una forma de controlar la temperatura de su cuerpo. Dado que ahorran energía, su capacidad de estar en un estado vegetativo / sigiloso aumenta, mejorando así sus probabilidades de sobrevivir.

Anfibios: según diversas teorías de la evolución, la mayoría de los anfibios han evolucionado a partir de peces primitivos. En el curso de la adaptación, a estos organismos les pareció favorable conservar la energía a través de la ectotermia sobre el uso de procesos metabólicos internos. Muchos anfibios tienen la característica de utilizar explosiones de metabolismo para atrapar a sus presas utilizando el paradigma de “esperar y golpear”. Esto solo se pudo lograr delegando algunos procesos de la vida a factores externos, la regulación de la temperatura corporal es uno de los muchos.

Ser de sangre caliente es costoso, debe tener un metabolismo alto, lo que significa comer mucho, generalmente varias veces al día (en el caso de los colibríes, casi constantemente). Los animales de sangre fría no necesitan comer con tanta frecuencia. Aparentemente, se sabe que algunas serpientes grandes pasan más de un año entre comidas.