Básicamente, significaba que los animales y las plantas se clasificaban en grupos sobre la base de una presunta ascendencia común. No siempre es fácil, y a menudo se disputa, pero con las técnicas modernas se está volviendo cada vez más sofisticado. Buscar estas relaciones nos ha ayudado a comprender la forma en que la vida se ha desarrollado en diferentes partes del mundo. También nos ha mostrado cómo algunas similitudes sorprendentes no son un producto de descendencia común sino que son convergentes, lo que muestra el poder de la selección natural.
El sistema de nombres es preevolutivo, porque se origina en Linneo, que no creía en la evolución. Sin embargo, se dio cuenta de que algunos tipos de personajes eran de alguna manera más satisfactorios que otros para organizar animales y plantas en grupos naturales. Para el escándalo de algunos de sus contemporáneos, se centró en los sistemas reproductivos de las plantas. En realidad, una elección astuta.
Siendo anacrónico, todavía me sorprende cuántos buenos naturalistas construyeron Órdenes, Familias y Géneros y no se dieron cuenta de que la interpretación más obvia de las múltiples similitudes era la ascendencia común.
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