No ejecutamos la ciencia de arriba abajo sino de abajo hacia arriba.
De arriba abajo significaría que partimos de una primera causa, de la cual podríamos deducir leyes profundas, de las cuales podríamos deducir las leyes menos profundas que afectan nuestra vida cotidiana.
De abajo hacia arriba significa que miramos a nuestro alrededor y observamos patrones repetitivos. De esos patrones repetitivos deducimos leyes superficiales. Luego, observando esas leyes superficiales, observamos el patrón subyacente detrás de ellas y deducimos las leyes más profundas detrás de ellas. Y seguimos intentando ir más allá, aunque siempre reconocemos que habrá más niveles que no entendemos.
- ¿Cuál será el tamaño del universo observable después de un tiempo infinito?
- Si el universo se está expandiendo, ¿es la forma general del universo actual una esfera?
- ¿Son las cosas más naturales (biológicas, químicas, astronómicas, etc.) en el universo simétricas? ¿Cuál es el porcentaje y la razón?
- Si el universo retrocediera al principio y las leyes de la naturaleza fueran las mismas, ¿sucedería todo exactamente de la misma manera?
- ¿Cómo se calcula la constante de Hubble a partir de las mediciones de radiación de fondo de microondas cósmicas?
Por lo tanto, ningún científico acreditado diría que el universo surgió sin causa. Pero cada científico diría que hay cosas que aún no entendemos. Sin importar cuán lejos cavamos, siempre habrá una causa de la capa más profunda que no entendemos. Pero eso es, de alguna manera, la alegría de la ciencia: siempre hay más para entender.