No podemos. Y podemos.
No podemos controlar el movimiento de la luna ni de ningún otro planeta para colocarlo en los lugares que deseamos. No tenemos la tecnología. E incluso si quisiéramos crear algo para la tarea, no valdría la pena. Eso es demasiado esfuerzo para algo que se puede manejar de manera inteligente.
Sin embargo, podemos detener los ataques de meteoritos. No haciendo que otros planetas o lunas choquen con él. Pero simplemente haciendo que el meteorito choque con ellos. La cuestión es que no tenemos la tecnología para controlar las órbitas de otros planetas o lunas. Pero sí tenemos un plan y medios para empujar los meteoritos que se dirigen hacia nosotros lo suficiente como para perder la tierra y chocar con algo más. El uso de cohetes, rayos láser o cabezas nucleares son algunas de las ideas teóricamente posibles y tecnológicamente viables que tenemos para evitar el destino de los dinosaurios.
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