Aunque las cebras verdes y otras variedades de tomates de la herencia son realmente deliciosas, no las encontrará en los supermercados por varias razones:
- Mucho tiempo hasta la madurez: los tomates de la herencia, en general, tardan más en madurar que las variedades criadas para la producción comercial. Esto significa que son más caros de cultivar porque requieren una residencia más larga en el campo y, por lo tanto, más recursos antes de que un agricultor pueda cosechar y recuperar su inversión.
- No son buenos cargadores: las cebras verdes, como muchas otras reliquias, no fueron criadas para ser enviadas y, debido a sus pieles más delgadas, no se transportan bien. Para cualquier supermercado que depende de las cadenas de suministro a nivel nacional, este es un problema obvio, ya que significa que existe una alta probabilidad de que el producto llegue al mercado en una condición que no se puede vender.
- Indeterminación: esto significa que los tomates maduran lentamente con el tiempo y no maduran todos a la vez. La mayor parte de la producción comercial de tomate (y con esto quiero decir más del 99% de lo que se cultiva para la venta en cadena minorista, incluso Whole Foods) se produce a partir de plantas determinadas, ya que pueden cosecharse a máquina. Los tomates indeterminados se deben cosechar a mano, así que nuevamente terminas con un tomate muy caro para producir. Los tomates indeterminados también ocupan un campo durante un período de tiempo más largo (ya que no todos maduran a la vez), lo que significa que incluso si tiene mano de obra de bajo costo disponible para la cosecha manual, sus cosechadores deberán trabajar los campos durante muchas semanas, en lugar de días, hacer que los tomates vuelvan a ser más caros de producir.