¿Qué determina la estructura a escala macro y la disposición de los organismos vivos complejos?

Parece increíble, ¿verdad?

Trataré de mantener la respuesta simple. Durante el desarrollo del embrión, hay ciertas sustancias, llamadas morfogenos, que son responsables de “decir” a las células en qué se convertirán. La concentración y presencia de estas sustancias varía desde la parte exterior del embrión hasta la parte más interna, por lo que cada célula “sabe” dónde está dependiendo de estos morfógenos.

Estos morfógenos dependen más comúnmente de genes presentes en las células, que pueden regularse de muchas formas complejas. Para algunas especies, factores como la temperatura pueden tener efectos bastante radicales en el desarrollo estructural, mientras que la dieta de las etapas larvarias de algunos insectos puede cambiar dramáticamente su forma adulta (como en las abejas, por ejemplo).

Hay trastornos que afectan a estos morfógenos que a menudo resultan en malformaciones o, a veces, en algunas cosas más sutiles, como Situs inversus, una condición que se encuentra en algunos humanos donde se reflejan sus órganos internos; es decir, el corazón a la derecha, el hígado a la izquierda, etc.

Puede resultarle interesante el ciclo de vida de algunos mohos de limo como Dictyostelium discoideum, que comienzan a vivir como amebas unicelulares pero luego unen fuerzas en una estructura móvil multicelular, incluso con diferentes tipos de células.