Cuando las personas piensan en “oportunidad”, piensan primero en el beneficio. Una oportunidad para ganar mucho dinero, por ejemplo. Sin embargo, la forma en que se presenta la oportunidad suele ser una oportunidad para trabajar duro. Hacer ese trabajo duro trae las recompensas, a veces inmediatamente (un trabajo bien remunerado), a veces más tarde (un trabajo que conducirá a un trabajo bien remunerado).
En el reciente discurso de Ashton Kutcher (presumiblemente de dónde sacaste la cita), dice que trabajó duro para llegar a donde ha llegado. Vio oportunidades para trabajar duro, las aprovechó y cosechó las recompensas por eso. No era que se sentara a esperar la oportunidad de ser una estrella de cine, y luego tuvo la suerte de recibir esa oportunidad.
Lo mismo es cierto para casi todas las personas exitosas. Algunos tienen más suerte que otros y tienen más oportunidades de trabajar duro (o incluso obtener más beneficios de su trabajo), pero casi todas las oportunidades que existen involucran trabajo duro.
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“Haces tu propia suerte” es un dicho similar. Significa trabajar duro, y luego “tendrás suerte”. Tienes que hacer el trabajo para asegurarte de que las recompensas te lleguen y que puedas aprovecharlas cuando lleguen.
