Ya en la década de 1950, los científicos rusos pudieron mantener viva y consciente la cabeza de un perro durante varios minutos, simplemente recirculando la sangre a través de un baño y burbujeando en el aire para mantenerla oxigenada.
Por supuesto, un diseño tan simple no durará mucho. Aquí están los problemas que veo, en orden de urgencia:
1 – Daño en las células sanguíneas. Bombear sangre con una bomba artificial tiende a desgarrar las células sanguíneas, causando coagulación y otros problemas. Si no tiene cuidado con la forma en que maneja la sangre, se coagulará en las venas y obstruirá el flujo.
- ¿Qué tipo de epilepsia tengo?
- ¿Los médicos tratan activamente de limitar la mutación?
- Investigación médica: ¿Qué puede ser una posible cura para la enfermedad de Parkinson?
- ¿En qué medida los datos de las pruebas en animales son confiables para la investigación en salud humana? ¿Es posible que las drogas puedan parecer seguras y efectivas en animales pero fallan en humanos?
- ¿Cuáles son algunas dificultades comunes en el cultivo de células humanas que deberían evitarse?
2 – Nutrición. El cerebro necesita combustible para funcionar, proteínas para repararse a sí mismo y una gran cantidad de otros nutrientes para diversas funciones. Esos deben ser proporcionados en un cuidadoso equilibrio.
3 – Hormonas y otros químicos corporales. El cuerpo proporciona más que solo nutrición al cerebro. La sangre es un guiso complejo y cuidadosamente equilibrado de productos químicos que el cuerpo mantiene y regula constantemente. Sin todos los órganos internos para manejar la química de la sangre, los problemas surgirán en poco tiempo.
4 – Productos de desecho. Los procesos celulares normales crean una cantidad de desechos que la sangre transporta. Los pulmones eliminan los gases residuales, el hígado descompone las toxinas y los riñones filtran la basura. Sin estos, los productos de desecho se acumularían en la sangre y probablemente matarían el cerebro.
5 – Células sanguíneas. El glóbulo rojo promedio vive aproximadamente 120 días en condiciones normales. La médula ósea repone constantemente el suministro a medida que mueren. Sin un suministro constante de células sanguíneas, la sangre morirá.
La cuestión es que ninguno de estos es teóricamente insuperable. En principio, podemos agregar nutrientes y otros productos bioquímicos a la sangre. Probablemente incluso podríamos monitorear los niveles para equilibrarlos correctamente. Podemos filtrar los desechos de la sangre artificialmente, y probablemente podamos eliminar artificialmente las toxinas. Podemos transfundir más células sanguíneas, siempre que tengamos un suministro. En principio, no hay razón para que sea imposible mantener viva y consciente la cabeza de una persona indefinidamente. Sería muy complejo y requeriría una gran cantidad de máquinas para construir y mantener.
El factor X es que la biología es tan compleja que generalmente no sabemos que nos estamos perdiendo algo hasta que las cosas salen mal. Si realmente intentaras esto, probablemente harías morir a muchas personas antes de que descubrieras cómo hacerlo bien.