Los dinosaurios no eran un prototipo rechazado.
Esto es importante, porque los seres humanos tienden naturalmente a concebir la evolución como un proceso de mejora continua con nosotros como el producto final supremo. Este no es el caso. Los dinosaurios fueron tan evolucionados como nosotros. Eran eminentemente adecuados para el entorno en el que vivían, que es la única medida de éxito que le importa a la evolución. Dominaron la tierra durante 150 millones de años, el doble que los mamíferos.
La mayoría de los dinosaurios no lograron sobrevivir a una calamidad hace 65 millones de años. No está claro por qué no lo hicieron y los mamíferos sí, pero no es una señal de una aptitud física superior de los mamíferos en las condiciones que prevalecen el 99.99% del tiempo. De hecho, algunos dinosaurios sobrevivieron: resultaron ser los que tenían plumas y hoy los llamamos “pájaros”.
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La evolución también funciona como una serie de borradores, y hay una especie de “progreso” a lo largo del tiempo mediante el cual surgen y proliferan nuevas ideas genéticas. Puede ser que la sangre caliente de los mamíferos, o alguna otra característica distintiva, fue lo que ayudó a los mamíferos a superar la crisis que acabó con la gran mayoría de los dinosaurios. Sin embargo, el factor dominante para que una especie se reemplace entre sí no son las nuevas ideas, sino los cambios en el ecosistema. Las nuevas oportunidades genéticas le dan a las especies la oportunidad de colonizar nuevos lugares, comer nuevos alimentos y sobrevivir de nuevas maneras.
Las especies antiguas tienden a continuar en sus viejos nichos hasta que algo hace que ese nicho desaparezca. Puede desaparecer solo brevemente, como en una catástrofe, pero muerto está muerto y no regresan.
Si el evento KT no hubiera eliminado a los dinosaurios, podrían haber sobrevivido y haberse adaptado a otros cambios ambientales. Probablemente estarían muertos ahora, ya que en el pasado muy reciente ha surgido una nueva especie viciosa con una inclinación por aniquilar a cualquier criatura más grande que sí misma (así como cualquier otra cosa que se interponga en su camino, o simplemente esté en el camino). En términos evolutivos, sin embargo, eso es un abrir y cerrar de ojos.
Así que advertiría contra concebir la evolución como una serie de prototipos. En su mayor parte, son los requisitos los que cambian, en lugar de refinar las ideas. Ambos factores ocurren (y hay debate sobre cuál es más prominente), pero es importante reconocer que uno no es suficiente para explicar la evidencia.