Todavía no hay una respuesta definitiva para esto, pero parece tener algo que ver con el perro / gato pensando mucho.
La teoría popular es que inclinar la cabeza les permite localizar un sonido con mayor precisión, pero una respuesta más intrigante es que también les permite mirarlo más claramente (porque su hocico bloquea parte de su visión). Dado que los perros se comunican principalmente por el lenguaje corporal, pueden estar tratando de evaluar su cara para obtener más pistas sobre lo que está diciendo.
También puede ser un subproducto involuntario de enfocarse en el tono del sonido, ya que la parte del cerebro que controla el oído medio también controla el movimiento de la cabeza.
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En el otro espectro de cosas, es posible que lo estén haciendo por nuestro bien. Una inclinación de cabeza en humanos en señal de interés y / o sumisión (utilizada con mayor frecuencia por las mujeres mientras coquetea, por extraño que parezca), por lo que un perro puede estar tratando de hablar nuestro idioma y decirnos “sí, estoy escuchando, sigue yendo”.
Y, por supuesto, el hecho de que lo encontremos tan lindo significa que el perro recibe una recompensa por hacerlo, lo que los alienta a inclinar la cabeza aún más a menudo.