¿Quién puede explicar la diferencia entre la entalpía de formación y la energía reticular en este ciclo de Born-Haber?

La entalpía estándar de formación es la suma de todos los procesos de energía en un ciclo de Born-Haber para un material cristalino. Se supone que los elementos comienzan como sus formas más estables a temperatura ambiente (298 K) y a la presión estándar de una atmósfera (760 torr). Para el fluoruro de cesio, las formas iniciales de los elementos son como un sólido para el cesio y como un gas para el flúor. Se requieren varios pasos para que cada elemento se separe primero e intercambie electrones para convertirse en iones. Estos pasos involucran energía o producen energía, y la energía de red es uno de los pasos productores de energía. La energía reticular es la energía obtenida cuando se juntan formas gaseosas de elementos ionizados. Sería lo mismo que la entalpía de formación si hubiéramos comenzado con elementos ya ionizados, pero los elementos no vienen como iones de forma natural. A medida que comienzan como neutrales o como moléculas, debemos hacer más pasos para preparar los elementos para la ionización, antes de llegar a la etapa de formación de la red. Como tenemos un sólido cristalino y un gas molecular como formas nativas de los elementos que componen nuestro material, tenemos diferentes valores de energía para la entalpía estándar de formación y la energía de la red.

La entalpía estándar de formación es lo que obtenemos cuando realizamos todos los pasos necesarios para disociar los elementos en átomos individuales, y luego ionizarlos para que formen el material reticular en una etapa posterior. La energía reticular es solo uno de los pasos involucrados en todo el proceso, y es el paso que hacemos cuando unimos los elementos ionizados en un cristal. Las formas ionizadas de los elementos tienen una energía diferente en relación con las formas originales en las que comenzaron, por lo que la energía de la red es diferente en comparación con la entalpía de formación. Los iones que utilizamos para formar el cristal no son estables a 298 K y una atmósfera, por lo que tienen una energía más alta en relación con sus formas estándar. Si tuviéramos elementos que producen formas iónicas que difieren muy poco de los elementos originales en términos de energía, obtendríamos valores muy similares para la entalpía de la formación y la energía de la red.