Hay bastantes, porque a pesar de que hay muchos neurocientíficos, la cantidad de temas posibles es enorme. Aquí hay algunos que creo que son particularmente notables: desarrollo infantil, sexo, dolor y sufrimiento.
El desarrollo infantil está poco estudiado en relación con su importancia, en parte porque la mayoría de los neurocientíficos son hombres, y los hombres encuentran este tema menos interesante que las mujeres. Lo mismo se aplica al sexo, pero existe el factor adicional de que muchos hombres se sienten incómodos con el tema. (Puede resultarle sorprendente que los hombres se sientan menos cómodos estudiando sexo que las mujeres, pero es cierto).
El dolor y el sufrimiento son poco estudiados por una razón diferente. Es muy difícil estudiarlos sin infligir cierto nivel de dolor en sujetos experimentales, ya sean animales o humanos. A pesar del estereotipo de los científicos como frío y despiadado, a la mayoría no le gusta infligir dolor a sus sujetos. Además, las propuestas de subvención que involucran dolor enfrentan un nivel adicional de escrutinio que puede percibirse como más problemas de lo que vale.
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Hay muchos otros temas que no se estudian simplemente porque no están de moda. Los científicos en general prefieren trabajar en cosas que otras personas están interesadas en escuchar.
Paradójicamente, hay algunas áreas que están poco estudiadas porque alguna vez fueron muy estudiadas. Eso sucede porque la mayor parte del trabajo de laboratorio es realizado por estudiantes graduados y posdoctorados, quienes casi siempre están más felices trabajando en el laboratorio que leyendo literatura antigua. La literatura antigua a menudo usaba técnicas que ahora se consideran desactualizadas y, por lo tanto, hoy en día son difíciles de entender para las personas. (Por ejemplo, muchos experimentos de la era anterior a la computadora registraron datos en cinta de papel). Por lo tanto, la existencia de una gran literatura de más de 20 años de edad realmente aleja a las personas de un tema. Un área a la que esto se aplica particularmente es la excitación, que fue el tema más candente en neurociencia en las décadas de 1940 y 1950, pero hoy en día muy pocas personas lo estudian en relación con su importancia.