¿Cómo reconstruyen los científicos formas de animales como dinosaurios o mamuts a partir de sus huesos?

Reconstruir un animal o un linaje completo que ya no existe puede ser complicado. Puede abordar este problema con la idea de que “el presente es la clave del pasado”. Esto funciona bajo el supuesto de que las morfologías y anatomías (vivas) existentes proporcionan una base de datos suficiente para comprender cómo se construyeron los animales del pasado. Los científicos también usan datos existentes para extrapolar sobre el comportamiento pasado, el estilo de locomoción, la dieta, etc.

A veces, los elementos esqueléticos fosilizados (huesos) se encuentran asociados con otro material, como las semillas atrapadas en los dientes de los animales que pastan, las impresiones del animal (raro) o los esqueletos incluso se encuentran en su hábitat (ejemplo: madrigueras fosilizadas con un fósil en es muy probable que el animal en cuestión sea un excavador). La sección estratiográfica de la localidad donde se encontró el fósil también puede ser útil para definir dónde estaba el animal y qué estaba haciendo cuando murió. Este no es siempre el caso. Muchos huesos viajan largas distancias en arroyos y ríos antes de ser enterrados y fosilizados, o el fósil está muy distorsionado por la presión del entierro a lo largo del tiempo. Cada caso es diferente.

Algunos animales del pasado o sistemas ecológicos pueden no tener análogos modernos. Tratar de medir y estudiar estos sistemas es una tarea matizada y la razón por la que muchos paleontólogos entran en el trabajo en primer lugar. La información obtenida de estos individuos y ecosistemas pasados ​​nos dará una comprensión más detallada de los procesos evolutivos en el tiempo profundo y puede influir en las futuras tecnologías y decisiones de política climática.

Métodos comúnmente utilizados para recopilar datos existentes de animales: sistemas de captura de movimiento, escaneos CT, morfometría 2D y 3D, disección y corte histológico.

[Nota: esta explicación no es en modo alguno una exploración completa de esta cuestión de reconstrucción fósil. Para leer más, algunos buenos recursos son:

Janvier, P. (1996). Primeros vertebrados (Vol. 33, p. 393). Oxford: Clarendon Press.

Benton, M. (2009). Paleontología de vertebrados . John Wiley & Sons.

Exhibiciones en línea en UCMP

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Kelsey T. Stilson lo dijo mejor.