“Aquellos que fueron vistos bailando fueron considerados locos por aquellos que no podían escuchar la música”.
Es un arquetipo antiguo del loco inspirado, que pierde la cabeza en el sentido social, pero de hecho simplemente lo ha abierto. El problema es que su mente abierta lo hace incompatible con la seguridad de la manada (sociedad), por lo que debe exiliarse y convertirse en un ermitaño en busca de la verdad (por ejemplo, Jesús hizo esto). Él regresa después de descubrir que Dios está muerto, y le cuenta esta historia a la manada, pero no es bien recibido y se va diciendo ‘no estás listo para saber esto, he cometido un error’.
Desarrolla este personaje en Zarathustra, su gran profeta, que en muchos sentidos era parte de sí mismo, mitad loco y mitad libre. Loco por las normas tradicionales y socialmente aceptables (probablemente no podía mantener un trabajo en sus carniceros locales), pero inspirado y en el camino que conduce a un conocimiento cada vez mayor.
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Como dice Rust Chole en True Detective “La mayoría de las veces pensé que me había vuelto loco, pero a veces me sentía como si estuviera en la carretera hacia la verdad secreta del universo”.