Creo que una buena ilustración de la razón es el cómic de xkcd titulado “Up Goer Five”.
xkcd: Up Goer Five
En este cómic, Randall Munroe explica el famoso cohete Saturno V utilizando solo las mil palabras más comunes en inglés. Esto es muy restrictivo y conduce a una redacción muy complicada, que es lo que hace que el cómic sea divertido.
- ¿Qué pasará si todos se convierten en científicos?
- Einstein estaba apagado en un 14% con el arrastre de cuadros y yo solo estaba apagado en un 0.5% con mi teoría, entonces, ¿cómo pueden los científicos decir que Einstein estaba en lo correcto?
- ¿Cómo encontraron los científicos la masa de la Tierra?
- ¿Por qué el efecto Mandela no es aceptado por los científicos?
- ¿Por qué algunos científicos están en contra del renacimiento de las especies?
Además de su valor humorístico, también demuestra cuán importante es la terminología científica al describir algo como un cohete, y mucho menos algo más esotérico. Para etiquetar algo como oxígeno líquido, debe llamarlo “aire de tipo respiratorio (para quemar) (frío y húmedo)”. En lugar de llamar a las cosas por sus atributos, especialmente las cosas a las que se hace referencia con bastante frecuencia, es mucho más rápido y claro asignarles otro nombre. Este nombre, para alguien familiarizado con el término, recordará la definición precisa de la cosa y mucho menos palabras.
La desventaja de esto, por supuesto, es que los campos científicos están llenos de jerga, lo que hace que sea muy difícil de entender para una persona que no está en ese campo en particular. Leer documentos, especialmente, puede ser una lucha. Sin embargo, la precisión y la simplicidad obtenidas al asignar nombres a las cosas vale la pena: un artículo completo redactado como “Up Goer Five” sería igualmente incomprensible y mucho más largo.