Hace cuatro años, fracasé miserablemente en mi curso termal (obtuve un puntaje de 25 en 100). Me había preparado por encima de cualquier estudiante promedio, pero me sentí extremadamente desmotivado en el momento del examen. Tuve un promedio de calificaciones (alrededor de 3.2) en mi licenciatura.
Motivo: no tuve un sueño.
Nunca sentí el propósito de mi licenciatura. Para mí, fue solo un certificado para conseguirme un trabajo. Mis calificaciones no fueron lo suficientemente buenas como para poner una sonrisa en la cara de mis padres o algo de lo que orgullosamente pudieran contarle a la gente. Fue a lo largo de los años, cuando comencé a trabajar, me di cuenta de la presión y las adversidades que uno tiene que pasar durante esas 8 horas de trabajo. (Idealmente, 8 horas. En la mayoría de los casos, trabaja por más de 8 horas pero le pagan 8 horas). Dejé mi trabajo en un año y solicité un posgrado para tener una oportunidad final en lo académico.
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Avance rápido: cuatro años después, ahora estoy en mi escuela de posgrado. Obtuve una A en mi curso termal. Fui designado como asistente de enseñanza y calificación para dos cursos termales y un laboratorio termal. Y he estado anotando 4.0 por dos semestres ahora. Me queda un curso más y es un curso termal. Tengo la confianza suficiente para decir que voy a anotar otra A para terminar mi maestría con un 4.0 directo.
Para mí, fue ver a mis padres retirarse temprano de su trabajo. Ocho horas al día, cinco días a la semana durante más de 40 años. Se trataba de devolverles algo, cuando te daban todo lo que tenían todos estos años. Cuando estás apegado emocionalmente a tus sueños, ves que las cosas suceden de verdad. Estás decidido a dedicar tiempo, esfuerzo y dedicación sin importar lo que cueste. Tomó mucho esfuerzo. 4 horas de sueño durante los semestres. Sí, mis logros académicos no los van a retirar en breve, pero estos sentaron las bases de mis sueños. Ahora, aunque vivo a decenas y miles de millas de distancia de ellos, tengo una noche de sueño reparador porque sé que tienen una noche de sueño reparador.