Solo puedo escribir sobre el Reino Unido. Cuando comencé una carrera en el trabajo de laboratorio médico (finales de los 60) comencé como ‘técnico’ y las calificaciones de ingreso eran equivalentes a 5 GCSes, que era más o menos lo básico para una ‘carrera técnica pero necesitaba suplementación con ONCs (certificados nacionales ordinarios), HNC (Superior) y diplomas. Por lo general, todos se estudiaban a tiempo parcial en los “colegios técnicos” locales. La mayoría de los hospitales en ese momento distribuían a los técnicos junior a través de los departamentos de patología, generalmente hematología / transfusión de sangre, microbiología, hematología e histopatología. Después de lograr el ONC, el estudiante se especializó en un departamento para trabajar para el HNC o HND. Los técnicos realmente prepararon material para el estudio de los patólogos, como diapositivas microscópicas de histología o hematología y / o realizaron análisis químicos o biológicos como los niveles de hemoglobina en sangre, los niveles de colesterol, la sangre cruzada para transfusiones, etc. Cuanto más avanzado es el técnico, más complicado su experiencia y responsabilidad, algunos logrando el estatus de técnico jefe o incluso gerente de laboratorio. Sin embargo, siempre hubo una deferencia hacia los patólogos, de los cuales el más antiguo era el director. En realidad, había pocos graduados, pero estos se hicieron más numerosos, incluidos los “doctorados” científicos. Los técnicos también se graduaron y luego se rebautizaron como científicos de laboratorio. El muro de estado entre patólogos y científicos de laboratorio se erosionó, aunque posiblemente no del todo. La mayoría de los patólogos están calificados desde el punto de vista médico y, por lo tanto, algunos son “clínicos”, como los hematólogos, pueden tener contacto directo con los pacientes y, por lo tanto, tienen más derecho a llamarse a sí mismos “clínicos”. Muchos tienen títulos de postgrado de doble especialista en medicina general y hematología. Como se indicó anteriormente, los graduados y postgraduados más puros se convierten en patólogos, especialmente en patología química y microbiología, los histopatólogos y hematólogos reciben capacitación médica casi exclusiva. Los patólogos están allí para “interpretar” el material o los resultados que les presentan los científicos de laboratorio y aconsejar a los médicos y los cirujanos la importancia de los resultados, de ahí la necesidad de experiencia “clínica”. La patología misma se está volviendo cada vez más especializada. En mi día todavía había ‘patólogos generales que hicieron un poco de todo. Hoy en día hay subdivisiones de subdivisiones e incluyen inmunología, virología, micología, parasitología, anatomía mórbida, citopatología, histopatología … etc., etc., etc.
Comencé como ‘técnico de laboratorio’ y terminé como patólogo (histo / forense). Disfruté de ambos y respeto ambos, pero las cosas han cambiado enormemente desde mis primeros días de estudiar pequeños depósitos bajo el microscopio hasta medir la cantidad de grasa en las caras. Todo está hecho por máquinas inteligentes y computadoras ahora.