¿Cómo es la vida en una escuela de arquitectura?

La vida en una escuela de arquitectura cambia un poco cada año que estás allí.

En el primer año, las cosas comienzan con adaptarse a la vida en los estudios, se convertirán en una parte esencial de su vida. Trabajarás todo el día allí y nuevamente completarás tus tareas allí. En segundo lugar, experimenta una subestimación de su trabajo casi todo el tiempo. Aprendes a digerir el rechazo. Domina cuánto has puesto tu alma en tu diseño, habrá un profesor que lo odia. Pero hay una ventaja en esto: desarrollarás un gusto por las compras, así como las mujeres se vuelven locas para siempre 21, te volverás loco en una tienda estacionaria.

El segundo y tercer año son bastante cómodos después de sus luchas iniciales. El estudio se ha convertido prácticamente en su primer hogar por ahora (su hogar real será el segundo) Habrás reducido el dibujo a mano hasta ahora y ahora llevas un portátil contigo. Aprenda nuevos softwares, trabaje duro en sus submisiones, realice actividades extra curriculares y disfrute de la vida. Pero las cosas están a punto de cambiar.

El cuarto año, ves que tus profesores se vuelven más serios, tu carga de trabajo ha aumentado drásticamente, aunque habrás pasado toda la noche antes, es esta vez que perderás la noción de los días y las noches. El café se convertirá en tu mejor amigo. Tendrás que estar bien preparado para que los profesores esperen mucho de ti. Los bocetos serán reemplazados por renders 3d. Lo que enloquecerá a tus maestros. Su imaginación, que volaría a cualquier parte del universo hasta ahora, se encadenará en tramas, reglamentos y reglamentos de construcción. Pero estos serán tiempos emocionantes ya que comenzará a preparar sus perfiles para pasantías. Usted y sus compañeros de clase hablarán enfáticamente sobre las oportunidades de pasantías y cómo esperan salir al mundo y dejar su huella.

La pasantía: Te enseña muchas cosas, conoces a mucha gente nueva. Haces amigos de todo tipo de lugares. Te muestra un avance de lo que vendrá después. Pero hasta tres cuartos de su tiempo, se dará cuenta de que estaría en una sala de conferencias que en una oficina. Cuando regrese, es un arquitecto casi madurado y experimentado, más profesional que estudiante.

El punto culminante de esta historia: The Thesis: el momento de verter todo lo que aprendió los últimos 4.5 años en un proyecto, el proyecto de sus sueños para la mayoría de las personas. Se tambalea a través de los suyos y guía las expectativas, las revisiones internas, los jurados externos, llegando al final. Con suerte y tu arduo trabajo y tus compañeros de clase, los jóvenes subes maltratados y magullados para finalmente ser arquitecto.

Difícil no es? Pero vale la pena el esfuerzo, porque un arquitecto no solo diseña edificios, sino que da forma a la vida de las personas relacionadas con él. Para asumir tanta responsabilidad, uno tiene que pasar por todo esto.