Bueno, vaya, cada físico erudito dice que nunca puedes ir más rápido que la luz. Nada puede, según estos físicos. Pero luego te dan “peros”.
Dicen que el espacio mismo se está expandiendo más rápido que la luz.
Y luego dicen que según Einstein, los agujeros de gusano podrían ser posibles y un agujero de gusano puede hacer algunas cosas interesantes, como crear un túnel desde un extremo del espacio a otro, permitiendo así un viaje más rápido que la luz.
- Si nada puede viajar (expandirse) más rápido que la luz, ¿cómo el universo tiene un radio de 46 mil millones de años luz con solo 13,6 mil millones de años?
- ¿Cuántos kilómetros es un año luz?
- ¿La luz siempre se dispersa en un ángulo específico desde la fuente?
- ¿Cómo afecta el hecho de que siempre se está creando un nuevo espacio a la velocidad de la luz?
- ¿Qué tan severa es la fricción en el espacio exterior a velocidades cercanas a la velocidad de la luz? ¿Podrían resistir las naves espaciales modernas?
Y parece que cada mes más o menos a alguien se le ocurre la posibilidad de ir más rápido que la luz (como el disco que dobla el espacio delante de una forma espacial pero no detrás de él, reduciendo el espacio y, en efecto, haciendo que la nave vaya más rápido que ligero).
Y la película, INTERSTELLAR, se jactó de que usaba a Kip Thorne como asesor para asegurarse de que la ridícula película fuera fiel a la física. No fue así, pero hay tanta gente que dice que es cierto para la física, ¡y esas personas son científicas!
Creemos que somos cosas interesantes, en cuanto a física. Pero no lo somos. ¡Todavía no conocemos frijoles!
Creo que dado que solo hemos sido una civilización tecnológica durante unos cientos de años, todavía somos bebés en el bosque, científicamente hablando, y que realmente todavía no sabemos mucho.
Heck, en 1890, los físicos dijeron que TODO lo importante en física ya se había aprendido para entonces. ¡No quedaba nada por encontrar!
¡Y entonces apareció Einstein!
Así que creo que con la ayuda de computadoras computacionales súper rápidas, alguien en alguna parte encontrará una solución. Podría ser en mil años, o podría ser mañana. Apuesto a que el próximo Einstein que resuelva este problema ya ha nacido.
¡Maldita sea, desearía tener diez años otra vez para poder presenciar el próximo Einstein y sus descubrimientos que pueden enviarnos a las estrellas más lejanas en un abrir y cerrar de ojos!