Esto es algo que mi profesor de geografía me hizo darme cuenta hace unos cinco años. Es bastante simple, pero en ese momento me pareció una revelación que me cambió la vida …
No existen las fronteras en la naturaleza. Los gobiernos pueden haber marcado fronteras con límites geográficos tangibles como montañas u océanos, pero cuando se trata del aire que respiramos, lo compartimos sin importar dónde nos encontremos en el planeta. Por mucho que lo intentemos, no podemos separar el aire de Italia del aire de Francia.
Bueno, es lo mismo para las emisiones de gases de efecto invernadero. Pueden provenir de varios lugares específicos del planeta, su impacto es global.
- ¿Existe algún valor en la realidad del estudio científico en todas estas ramas innecesarias como la física, la química, la biología?
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Lo que me llamó la atención es que vivimos en un mundo dividido por fronteras. Estas fronteras están institucionalizadas para justificar territorios en los que los gobiernos tienen poder “ilimitado”. Pero el cambio climático es algo global.
Para mí, las personas deben ser educadas sobre el hecho de que para resolver un problema global como el cambio climático, los planes de acción deben ser pensados y coordinados globalmente también.
