El narcisista tiene una imaginación muy vívida. La mayor parte del drama tiene lugar en la mente paranoica del narcisista. Su imaginación se vuelve loca. Se encuentra gruñido por escenarios horribles, perseguido por las “certezas” más viles. El narcisista es su propio peor perseguidor y fiscal. Deja que su imaginación haga el resto.
No tiene que hacer mucho, excepto pronunciar una vaga referencia, hacer una alusión ominosa, delinear un posible giro de los acontecimientos. El narcisista hará el resto por ti. Es como un niño pequeño en la oscuridad, generando los mismos monstruos que lo paralizan de miedo.
El narcisista puede haber estado involucrado en la evasión de impuestos, en la mala práctica, en el abuso infantil, en la infidelidad: hay tantas posibilidades que ofrecen una gran veta de ataque. Si se hace de manera inteligente, sin compromiso, gradual y cada vez más, el narcisista se desmorona, se desengancha y desaparece. Baja su perfil a fondo con la esperanza de evitar el dolor y el dolor.
- ¿Los narcisistas carecen de imaginación?
- ¿Hay un límite para la imaginación humana? Si no, ¿cómo es capaz una masa de neuronas interconectadas en nuestra cabeza de cosas tan increíbles?
- ¿Cuál es la fuerza de tu imaginación?
- ¿Cuál es la diferencia entre realidad e imaginación?
- ¿Es moralmente incorrecto para mí imaginar a Corea del Norte en llamas mientras agarra un cristal de cuarzo con ambas manos?