Cuando era niño en la escuela secundaria tenía mucha curiosidad sobre la estructura fundamental de la materia. Nos enseñaron que todo lo que vemos alrededor está formado por átomos, y más tarde, que los átomos son básicamente electrones que orbitan alrededor de un núcleo, que está compuesto de neutrones y protones. Todo esto estaba bien.
Más tarde, en la escuela secundaria, descubrí que, al igual que los cientos de elementos de química, existe un zoológico lleno de partículas subatómicas además de electrones, protones y neutrones. Y estos se caracterizan no solo por su masa, carga eléctrica y giro, sino que también necesitamos más números cuánticos para su descripción completa. Esto fue lo más interesante para mí y, para explorar más sobre su clasificación e interacciones, naturalmente me llevó a la física de partículas.
Probé el fascinante mundo de las partículas elementales. ¡Fue una de esas cosas para mí que me hizo decidir estudiar física por el resto de mi vida!
- ¿Hay partículas subatómicas que sean intemporales, que no estén sujetas a ninguna forma de descomposición o vida media?
- ¿Cómo convierten los neutrinos los átomos de cloro en argón dentro de los detectores de neutrinos?
- ¿Cómo se logra la desprotonación de un átomo mediante donaciones de electrones?
- ¿Por qué los átomos poseen electronegatividad? Si orbitaran por electrones, ¿no deberían repeler electrones desde fuera de los propios orbitales de los átomos?
- ¿Podría una fuerza gravitacional lo suficientemente fuerte dividir un átomo?