En primer lugar, el movimiento o giro de la Tierra sobre su propio eje es rotación, no revolución.
En realidad, nuestra Tierra no gira ni de este a oeste ni al revés. Solo está girando, punto.
La dirección geográfica es solo nuestra percepción desde nuestra propia ubicación en la superficie del planeta. Solo porque vemos que el Sol sale en dirección este y se pone en dirección oeste, simplemente estamos “percibiendo” los fenómenos que nos estamos moviendo en dirección oeste-este o en sentido antihorario.
- ¿Arthur C. Clarke era un ser del futuro?
- ¿Es la tierra enorme?
- ¿Se está acercando la tierra al sol?
- ¿Qué libros dan el mejor resumen de las teorías más actuales sobre la historia de la tierra?
- ¿Cómo se puede hacer económicamente productivo un hábitat de Marte o de la luna?
Si uno se parara en el Polo Sur, esta percepción cambiaría y sentiríamos que nuestra rotación ahora es en sentido horario. Invierta un globo de clase y verá lo que quiero decir.
Nos hemos arraigado en observar mapas geográficos en la orientación donde la parte superior es Norte, la parte inferior es Sur, la izquierda es Oeste y la derecha es Este, por lo tanto, tendemos a observar la fisicalidad basada en esta matriz.
En realidad, no hay Oriente ni Occidente. Las únicas direcciones cardinales verdaderas, por así decirlo, son Norte y Sur.